Uno de los objetivos es que esta obra sea una herramienta
social de sensibilización y compromiso con la MEMORIA HISTÓRICA.
“Por la espalda”: tres razones para un estreno necesario - Por Iñaki Arzoz Carasusan
“Por la espalda”, de Josu Castillo, es, sin duda, por tres razones muy
concretas, una obra de teatro insólita y valiente.
La primera, por ser la primera obra escénica que se escribe y se estrena en
Navarra sobre el tema de la memoria histórica. Que tengamos noticia es una
novedad absoluta que se aborde desde este género y en nuestros escenarios un
tema que, lamentablemente, sigue siendo todavía una realidad candente y
dolorosa para muchas familias y para la memoria colectiva de Navarra.
La segunda, que habiendo escogido como motivo el crimen del comandante de la
guardia civil de Pamplona José Rodríguez Medel –asesinado en el 36 de dos tiros
por la espalda por sus propios guardias sublevados-, el cual habría dado para
una obra de propaganda heroica, su autor ha elegido el tratamiento menos
convencional posible: una mirada indirecta desde el punto de vista de las
mujeres. Esas madres e hijas que en la retaguardia sufrieron el horror de la
represión durante una larga posguerra y cuyo drama sigue, en gran medida, sin
escribirse ni representarse.
La tercera razón es que, pese a su manifiesto enfoque pedagógico no se cae
en la reconstrucción maniquea con ese olor a naftalina ideológica al que nos
han acostumbrado tantas películas sobre la guerra civil. La breve historia de
Tani, Javier y Luchi, humildes personajes atrapados en la antesala del horror,
es también una historia sobre el amor, el compromiso y la violencia que desde
el pasado interpela nuestro presente. Esa sombrería teñida de rojo donde en
tiempo real se esboza un mundo al borde de la guerra, es todavía nuestro mundo
en crisis, atrapado en las mismas contradicciones.
Josu Castillo es, como su obra, un autor y actor insólito y valiente, que
desde un teatro amateur de gran calidad, en esta ocasión con la ayuda de La
Puerta Roja, se ha empeñado en levantar a fuerza de voluntad y entusiasmo un
proyecto lleno de riesgos, que puede traer polémica. Un proyecto quizá a
contracorriente, ya que todavía cree en un teatro de hechuras clásicas como el
mejor vehículo para exponer los problemas de alto voltaje social.
Parafraseando al director Robert Lepage, Josu Castillo nos descubre en “Por
la espalda” que también ‘el teatro es el gran dispositivo de la memoria’. Pues
para esto sirve el arte escénico y todo arte verdadero: para enfrentarnos de
cara a la escena a un tiempo sublime y terrible de nuestros fantasmas, esos
familiares fantasmas que siguen habitando la memoria (histórica) viva de
Navarra.
Mientras la Ley de memoria histórica siga sin cumplirse, mientras tantas
víctimas del 36 –como el comandante Medel y su familia- sigan sin recibir
reparación y justicia, mientras el cadáver de Mola ‘El Director’ -inductor del
asesinato evocado en la obra- repose en la cripta del Monumento de los Caídos…
“Por la espalda”, hurgará en una herida abierta para sanarla, y su estreno será
oportuno y necesario.
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