Fotografía de Johanna Arzoz
Josu es un creador polifacético, que surge del activismo artístico. Cofundador del grupo de música Koiuntura en su juventud, artista plástico y diseñador gráfico, toda su inquietud artística acaba desembocando en su gran pasión por el teatro: “Descubrí un medio donde podía agrupar y poner en práctica todas mis expresiones, música, interpretación, dramaturgia, pintura, iluminación, escenografía, diseño… El teatro es una plataforma inmensamente rica, ofrece muchas posibilidades, y todo lo que le aportes al teatro, este te lo devuelve con creces… El teatro me enganchó ya hace casi 20 años, y cada día estoy más entregado a él”. Una pasión activista que le lleva a fundar los grupos de teatro Kromlech y La puerta roja, siempre con una vocación social, y también a ser cofundador de la Federación de Teatro Amateur de Navarra, entidad que ha supuesto un salto cualitativo en el panorama teatral navarro.
Hasta la fecha ha sido autor de las obras “165 farolas, la ciudad de la luz” (2008) y “Los abuelos por Sanfermín” (2012) y coautor de “Media luna tatuada” (2011). Así mismo ha participado como intérprete en las obras “Operación Oteiza”, “165 farolas, la ciudad de la luz", “Los abuelos por Sanfermín”, “En lo más crudo del crudo invierno”,”Urtsua, leyenda de luz y niebla”, “Hermanas”, “Nunca fuimos héroes”, “A por churros”, “No es la lluvia, es el viento” y colaborador técnico en proyectos de grupos como Zarrapastra e Incierto Troupe.
Le entrevistamos a los pocos días del estreno de una obra que ha despertado las emociones de un público ávido por conocer y ver reconocida la realidad del 36, tantas veces silenciada, y en la que participa también como actor protagonista.
Josu, ¿cómo surgió la idea de escribir y representar una obra sobre el asesinato del Comandante Medel?
Realmente lo que quería contar o llevar al escenario, era el qué se estaba cociendo en Pamplona antes y durante el inicio del golpe militar del 36. Medel es una excusa para llevar a las tablas esa Iruñea del 36. De algún modo había, y hay, una eclosión en cuanto a todo el tema de la memoria histórica. Se estaba y se está desenterrando, la memoria y los huesos, y sentí la necesidad de unirme, de aportar mi trabajo, mis manos, en este desentierro colectivo, social. Yo escribiendo el texto y la compañía teatral La puerta roja, capitaneada por mi compañera Ventura Ruiz, queriéndolo llevarlo a escena.
¿Cómo fue el proceso de reconstruir un asesinato político, del cual no disponemos de demasiados datos?
Todo se inicia con un intenso verano de lecturas sobre aquella época, un verano triste, descubriendo, pagina tras pagina, la tragedia vivida por miles de personas, y a su vez descubriendo la colaboración con los golpistas de una gran parte de la sociedad navarra, adeptos al régimen. Al igual que en la Alemania Nazi, aquí pasó lo que pasó, con el silencio cómplice y la colaboración de mucha gente. “El escarmiento” de Sánchez-Ostiz, fue un libro muy revelador para mí, también el documental de Mikel Donazar, y otros…
¿A partir de tu investigación y reconstrucción teatral te has hecho un retrato de Rodríguez Medel, sin duda un personaje singular, comandante de la Guardia Civil fiel a la República?
El perfil de este personaje nos lo comunica su mujer Luchi en la obra. Medel es ante todo una persona muy honesta con un sentido del honor y la lealtad muy grandes. Creo que eso fue lo que le llevo a la muerte.
¿Por qué elegiste el punto de vista femenino para contar el suceso del asesinato del Comandante Medel?
Creo que hay una deuda enorme con la mujer, las mujeres, las viudas, hijas o esposas, compañeras… Los hombres morían y se acabó el sufrimiento, pero las madres tenían que seguir sobreviviendo para sacar adelante a sus hijos e hijas. Eran vejadas, violadas, peladas, humilladas… un calvario horroroso. En la obra, por medio de estas mujeres, advertimos todo lo que sucedió posteriormente al Golpe de Estado.
¿Cómo ha sido la reacción del público? ¿Y entre los familiares de las asociaciones memorialistas?
Muy emotivo el día del estreno en Burlada. El público en pie con lágrimas en los ojos y el teatro lleno. Un momento inolvidable. Sólo eso ya recompensa todo el trabajo realizado. Posteriormente al estreno hemos ido recibiendo apoyos a la obra y a la compañía… Prevemos una intensa gira de la mano del movimiento social y esperamos que los teatros cedan sus espacios para mostrar nuestra obra.
¿Como habéis vivido la compañía todo el proceso del montaje?
Para el equipo el proceso es muy importante. La dirección a cargo de Angel Sagüés nos ha aportado mucho. Un trabajo de búsqueda profunda en los personajes. La aportación y el punto de vista que ha dado Ángel a la obra ha sido esencial; ha sabido dotar a los personajes de una profundidad emocional que trasciende al propio texto, haciéndolo crecer hacia un plano humano, reconocible, universal. Y es que, aunque estemos hablando del 36 y de una situación muy localizada, los sentimientos de que se presentan son atemporales.
Por otro lado, al ir de la mano de AFFNA nos ha aportado mucho, hemos acudido a exhumaciones y actos por la memoria. Empapándonos del sentimiento y las emociones de nietos y nietas de las victimas. Ha sido un montaje muy intenso.
¿Qué puede aportar en tu opinión una visión teatral a la memoria histórica que no ofrezca el ensayo, la literatura o el cine?
El Teatro en si ya tiene una peculiaridad que no tiene el resto. El teatro esta vivo. Ninguna representación es igual. Los personajes van creciendo en cada espacio donde recobran la vida. Sabemos y no sabemos lo que va a suceder, no lo sabemos ni actores ni actrices, tampoco los personajes… Creo que esa es la magia del teatro. Sentir lo vivo, el sudor de los personajes, sus risas o llantos.
Esta magia bien aplicada a un tema, rezuma verdad. Hay verdad en lo que vemos. En ese desenterrar del que hablábamos, la verdad ocupa un espacio muy importante. El teatro esta vivo, desentierra verdad, nos la muestra.
¿Tienes otros proyectos teatrales en mente?
Ahora estamos en cuerpo y alma en esto. La tarea de poder conseguir mover la obra, requiere de mucha energía y entrega, no es un tema fácil de “vender”, alejado del pan y circo y lo que se programa en las salas habitualmente. Pero creemos que es un buen trabajo, que mueve emociones, reflexiones y es a la par un homenaje. Mostramos historia e intentamos dignificar y hacer un reconocimiento a 3.500 personas asesinadas doblemente, primeramente quitándoles la vida y posteriormente negando su muerte, silenciándolos durante 80 años.
Información sobre las próximas representaciones de “Por la espalda”:
20 de mayo, viernes, 20:00 (Ansoain)
Entradas a la venta en internet:
http://www.teatroansoain.es/portal/agendaEvento.aspx?id=909
29 de mayo, domingo (Ayuntamiento de Etxauri)
3 de octubre, lunes (Teatro Gayarre de Pamplona)
29 de octubre, sábado (Casa de Cultura de Uharte)
12 de noviembre, sábado (Casa de Cultura de Cintruénigo)
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