Ahora sí, ahora podemos decir que dejaremos a Roma definitivamente dormida y al Viejo de la joroba recorriendo caminos con los sueños robados de Roma durante todo el verano después de la última representación en Orbaizeta.
Ha sido un encuentro precioso con la gente del valle de Aezkoa.
El lugar en donde realizamos la representación fue el sabaiao de la típica casa aezkoana de tejado marcadamente a dos aguas para que la nieve resbale en sus largos ciclos de invierno. Entre Alex (que nos llevó magníficamente las luces y sonido), Ekain, Josu y yo, organizamos el escenario entre recias vigas. A él se acercaron gentes de Orbaizeta y también de los pueblos de alrededor y, después de tener la oportunidad de hablar con todxs lxs asistentes tras la representación, el debate sobre la condición humana y sobre la cultura siguió en el Pardix, el bar-restaurante del pueblo en donde volvimos a reencontrarnos.
Por tanto, nosotrxs encantadxs, tanto por la oportunidad de llevar el teatro a esta pequeña población a donde a penas llega, como por la acogida, el intercambio de opiniones, el tiempo compartido, lxs amigxs reencontradxs...
Ni que decir tiene que nuestra mayor gratitud es para Resu y Xabi, los dueños del Pardix, por organizar esta representación, por la exquisita cena con la que nos obsequiaron, por la generosidad de ofrecernos dormir allí para despertar en el silencio del valle... ¡Gracias Orbaizeta, ha sido un auténtico placer!
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